25/4/09

La libertad de Marcelo Comparini

La primera vez que lo vi me llamó la atención el hombre de abundante pelo blanco –no chascón– que se apoyaba en un bastón y hacía divertidos comentarios detrás de unos lentes entre modernos y de los años 60.
El hombre analizaba un antejardín, después la fachada de un edificio y más adelante las líneas de una de las últimas 4X4, que tanto semejan a las micros. Cosas varias de la ciudad.
Pero la característica que uno notaba era la interacción del hombre con alguien detrás de la cámara, y en poco, se podía identificar esa voz con la de Marcelo Comparini. Al rato, uno podía entender que quien llevaba la cámara era el mismo Comparini, y notaba lo acertadas sus observaciones.
Comparini pregunta a Federico Sánchez –el de pelo blanco y bastón– y éste hace comentarios que resultan ser, la mayoría de las veces, muy acertados; o dicho de otra manera: uno puede, fácilmente, identificarse con los comentarios de Federico Sánchez.
Y también puede uno notar que las preguntas –o contra comentarios, o réplicas– son muy acertadas, gracias al buen sentido común y del humor, y la inteligencia de Marcelo Comparini.
Entonces éste azuza a Federico, lo interroga, lo frena, lo rebate, se ríe con él, y el programa, con bajísimo presupuesto, se convierte en un ícono de lo que pudiéramos llamar “periodismo urbano”, llamado Citytour.
Se agradece un Comparini relajado, a diferencia de ese animador encorsetado –palabra que bien podría usar Federico Sánchez o el propio Comparini en Citytour– que veíamos en la señal abierta de Canal 13, según esos requerimientos.
Porque Citytour es, también, de Canal 13, pero cable, y entonces puede desplegar Marcelo Comparini todo su ingenio con gran soltura. Se agradece al Canal 13 cable, por permitir que un talento se desarrolle y madure.
Aunque parezca extraño, Canal 13 cable tiene, además, reservado otro espacio para Marcelo Comparini: un “late show”, a la medianoche, de lunes a viernes.
La escenografía tiene semejanzas con la de todos los late show de todos los tiempos de todos los países del mundo, pero la diferencia de éste es que lo hace Marcelo Comparini. Un tipo ágil de mente, cercano, que hace gracejos de su propio programa.
Digámoslo de una vez: el programa se sostiene por Comparini, porque nada tiene de especial. Recuerda al late show que hace otro periodista, Julio César Rodríguez, igual de encorsetado en TVN, que ahora hace las cosas bien, libremente, en Zona Latina.
Al escribir este último párrafo, noto que son los canales pequeños, alternativos, los que mejor explotan el talento humano. Y se me viene a la mente otro periodista, más joven que los dos mencionados anteriormente, Ignacio Franzani, que hace el late show “Cadena nacional” en el pequeño canal Vía X. Y cierro el paréntesis.
El late show de Marcelo Comparini, llamado Lado C, tiene una promoción muy graciosa. Porque es Comparini hablando de las excelencias del programa, e invitando a que lo veamos, pero cuando le habla a una cámara, otra lo enfoca. Entonces se da cuenta, y voltea y sigue hablando más o menos ceremonialmente, pero otra cámara es la que lo enfoca. Excelente la promo.
Este tipo de programas, Citytour y Lado C, deberían estar en señales abiertas de televisión, pero lamentablemente no es así. O afortunadamente, pues los canales abiertos están enredados en una pugna histérica por medio punto, o un punto del rating, porque eso les representa uno o varios millones de pesos más, en publicidad, independientemente de la calidad del programa.
Aplausos a los buenos programas de las buenas señales de cable, y gracias a Dios las podemos captar en nuestros televisores, para disfrutar de espacios bien elaborados –y no por la parafernalia de la escenografía o la utilería de los canales de señal abierta– gracias al enorme talento humano que tenemos.

1 comentario:

¿Quien Eres? dijo...

Totalmente de acuerdo. Programas como tales, que enseñan y son un espacio cercano pero de aperturas de mente y conocimientos son necesarios. y que éstos cuenten con gente que tenga humor inteligente y fluido es dificil...
Yo los sigo siempre...
y no me los pierdo.
Eso considerando que no veo mucha tele... por que el resto...(o "casi todo el resto", sobre todo de la television abierta) es pura perdida de tiempo.